Sobre el día del arqueólogo y otras pepas
Hoy se celebra el día del arqueólogo en conmemoración al nacimiento de Julio C. Tello, en 1880.
Al preguntarnos ¿qué es arqueología?, los arqueólogos recitamos la misma respuesta: "Es la ciencia social que estudia las sociedades del pasado en base a los vestigios". La respuesta es válida y suena bien, pero es vacía. ¿Para qué sirve entender las sociedades del pasado y conservar los vestigios?
La arqueología peruana se ha estancado en la arqueología normativa de los años '50s y 60s del siglo pasado: Se hace ciencia por los arqueólogos y para los arqueólogos, para que lo entiendan otros colegas, con palabras rebuscadas y teorías sociales complicadas que en su afán de crear leyes generales del comportamiento y de procesos culturales, a los procesualistas (años '70s y 80s del siglo pasado) se creo las burladas leyes Mickey Mouse, tan generales y elementales que no servían.
Lo que debe primar es buscar la manera en que los ciudadanos de a pie entiendan lo que es el patrimonio cultural, su importancia, que entiendan que esos miles de años también han influido en su forma de ver el mundo y que las soluciones técnicas de los antiguos (waru-warus, camellones, acueductos en Nazca, etc.) sirven hasta hoy, puesto que el área peruana ha sido ocupada desde por lo menos 20 000 años antes de presente.
Para que la gente se identifique con su patrimonio y lo cuide éste debe formar parte de él, para lo cual se requiere una difusión con los pobladores y comunidades: a través de exposiciones interactivas, aplicaciones y programas culturales (hacer del estudio del pasado algo ameno y divertido), revaloración de técnicas antiguas para el comercio (como la elaboración de tapices con iconografía huari o el tallado de piedras con técnicas Chavín, infraestructura turística, etc.) las comunidades aledañas a los sitios arqueológicos dejarán de verlo como un montículo sin valor y empezarán su cuidado y la formación de una identidad local.