Lima será la sede del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, por este motivo se han cerrado varias calles perjudicando a los usuarios que cruzan las avenidas Aviación y Javier Prado, del 3 al 11 de octubre, cerrando las calles a los vehículos y en algunos puntos a los peatones entre las calles San Luis, Canada, José Gálvez y San Borja Norte. 

Uno de los grandes retrasos es el cierre de la estación del tren ubicada en La Cultura. Esto es crucial, debido a que gran parte de usuarios se bajan en esta estación para tomar un carro que los conduzca hacia la av. La Marina o a la Molina. Al cerrar la Cultura los usuarios tendrán que bajarse en Arriola o San Borja Sur, movilizarse un km para buscar su vehículo de transbordo en Canadá o San Borja Norte. De por sí en la av. Javier Prado se genera un caos vehicular en hora punta, estos cierres generarán muchas horas perdidas y aumentará el estrés de los conductores. 

Asimismo, para darle la bienvenida a estos altos funcionarios internacionales se hicieron reestructuraciones en las inmediaciones del Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional -los cuales estarán sin funcionar los días que dure el evento-  y se terminó de construir la sede Central del Banco de la Nación -inmensa mole de 30 pisos, que rompe el paisaje urbanístico del edificio del Ministerio de Cultura- y un centro de convenciones a su costado. 

Se entiende que estas reuniones dan buena imagen al país, pero no por eso van a perjudicar el día a día de los ciudadanos limeños. 

Al Parecer, las calles aledañas a la Estación La Cultura se han convertido en el nuevo Centro de Lima. Sin embargo, el construir grandes estructuras en éstas fomenta el centralismo y aumenta la brecha con el resto del país.